40 municipios de #Oaxaca, en la mira de la OSFEO por posible desvío de recursos

Giselle Melchor
Santa María Huatulco, Villa de Zaachila, San Lucas Ojitlán, San Juan Bautista Valle Nacional, Zimatlán de Alvarez, Santa María Petapa, San Pedro Ixcatlán, Tamazulapam del Espíritu Santo, Santa María Yucuhiti y San Agustín de las Juntas son los diez municipios con los más altos montos del presupuesto público sin justificar, detectados por el Organo Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (OSFEO).
Así lo reveló el más reciente Informe de Resultados de la Fiscalización de las Cuentas Públicas Estatal y Municipales 2020, son 40 municipios en total a los cuales se les aplicaron auditorías de tipo financieras además de 16 dependencias públicas del Gobierno del Estado de Oaxaca.
El informe consideró realizar 100 auditorías a las Cuentas Públicas Municipales 2020, 40 de tipo financiera, 30 sobre el desempeño y 30 de cumplimiento.
De acuerdo con el informe los 40 municipios suman un total de 824 millones 488 pesos mismos que presentaron irregularidades que van desde insuficiente documentación justificativo del gasto, deficiencias en los registros contables y presupuestales, pagos indebidos, pagos en exceso, traspaso entre cuentas bancarias, entre otros.
Santa María Huatulco reportó 150, 780,850 pesos sin justificar; la Villa de Zaachila, 83, 499, 501 pesos; San Lucas Ojitlán 38, 022 421 pesos; Valle Nacional 43, 926, 689 pesos; Zimatlán de Álvarez 43, 926, 689 pesos; Santa María Petapa 29, 567, 772 pesos; San Pedro Ixcatlán 22, 052, 654 pesos; Tamazulapam del espíritu Santo 15, 642, 563 pesos, Santa María Yucuhiti 20, 117, 007 pesos y San Agustín de las Juntas 18, 028 636 pesos.
Por lo anterior, los ayuntamientos señalados por cometer presuntos actos de corrupción y desvío de recursos del erario público tendrán que transparentar los montos señalados por la OSFE, algunos de ellos con gobiernos emanados del Partido Morena, auditados por segunda ocasión en lo que va de su trienio.
La OSFEO destaca en su más reciente Informe la urgencia de buscar mecanismos que generen confianza y certeza en los entes auditables, pero que también atiendan a los intereses de una sociedad oaxaqueña que día a día exige una correcta aplicación del gasto.