Comunidades del Istmo se amparan por daños ecológicos del interoceánico

LOCALES

La comunidad agraria de Unión Hidalgo y de Chicapa de Castro, ambos anexos de Juchitán, Oaxaca interpusieron un amparo ante el juez del séptimo distrito para denunciar los daños ambientales y territoriales ocasionados por la magna obra de rehabilitación de la línea K, del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) a cargo de la Secretaría de Marina (Semar) y la empresa Grupo Ferrocarrilero del Sureste (Ferrosur).

En conferencia de prensa, el activista e hijo de comunero, Carlos Manzo, informó que dicho amparo fue presentado el 13 de marzo, y será en un plazo de dos semanas, cuando habrá respuesta de las denuncias.

El juicio de amparo registrado con el número 126/2024- IV-B señala la suspensión de plano y oficio, lo que significaría que las autoridades responsables deben dejar de ejecutar actos, que tengan por objeto privarla total o parcialmente de las comunidades agrarias zapotecas de Juchitán, Unión Hidalgo y Chicapa de Castro.

“La afectación es mucha en aproximadamente 20 mil hectáreas, donde hay mangles, arroyos, humedales y más de 12 especies endémicas, además están por secarse, 15 aguajes, que conectaban al sur con el norte, y donde vivían decenas de aves, en su mayoría migratorias”, denunció. Lo más lamentable, es que no hubo consulta indígena, es decir, las comunidades no avalaron dicha obra.

El activista señaló que la Semar justifica que los árboles derribados se ubicaban en el derecho de vía, que son de 15 metros, sin embargo, eso no les justifica los casi 15 mil árboles derribados, y lo peor con especies endémicas protegidas bajo la norma 059 de la Semarnat.

Carlos Manzo refirió que ampararse, es una de las formas de protestar ante este proyecto, al que llamó “un monstruo”, pues para su rehabilitación contempla maquinaria pesada, cientos de camiones con piedra extraída del estero, y un daño ecológico amplio.