En crisis Juegos Olímpicos de Tokio.
La jefa del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 descartó este jueves otra suspensión del evento, a pesar de la profunda inquietud por la llegada de miles de atletas y funcionarios al país en medio de una cuarta ola de infecciones de Covid-19.
Los Juegos, que ya fueron aplazados el año pasado con un costo adicional de 3,500 mdd y reducidos al mínimo por la pandemia de coronavirus, tienen previsto comenzar el 23 de julio sin espectadores extranjeros.
No obstante, con el lento proceso de vacunación en Japón, con Tokio y otras nueve regiones bajo estado de emergencia y el aumento de casos graves de Covid-19, la mayoría de los japoneses se opone a la idea de albergar la cita olímpica.
La mayoría del consejo municipal de la capital, la Asamblea Metropolitana de Tokio, está de acuerdo, según reportó hoy el diario Tokyo Shimbun.
En un hecho que ilustra la ansiedad pública, residentes de un importante centro deportivo de entrenamiento, Ota City, se enfurecieron por la decisión de dar acceso preferencial de vacunación al personal que atenderá a los jugadores de softball australianos, reportaron medios.
Sin embargo, la presidenta del comité organizador, Seiko Hashimoto, intentó calmar los ánimos y dijo al periódico Nikkan Sports: “No podemos posponerlos de nuevo“.
Hashimoto, quien compitió en siete Juegos Olímpicos de verano e invierno como ciclista y patinadora, también le dijo a la BBC que aunque los japoneses están comprensiblemente preocupados, deberían estar seguros de que se está trabajando al máximo para desarrollar una “situación de burbuja”.
“Creo que la posibilidad de que estos Juegos se lleven a cabo es del 100%”, agregó. “Una cosa con la que el comité organizador se compromete y promete a todos los atletas es que defenderemos y protegeremos su salud”.
El primer ministro, Yoshihide Suga, también pareció confiado en albergar unos Juegos Olímpicos y Paralímpicos exitosos, ya que planea convocar a elecciones anticipadas después, dijo el periódico Asahi.
Las autoridades no han decidido si los espectadores japoneses podrán asistir a los eventos olímpicos. Existe el temor de que gritar, abrazarse y chocarse las manos pueda promover el contagio.