Notas para entender la austeridad oaxaqueña.
Mtro. Juan Carlos Chávez Martínez
El 11 de enero de 2023 se aprobó la Ley Estatal de Austeridad Republicana propuesta al Congreso del Estado de Oaxaca por el Gobernador del Estado, Ing. Salomón Jara Cruz; dadas las circunstancias en las que opero el sexenio pasado en donde la corrupción desenfrenada era más la regla que la excepción, la austeridad se yergue como el principal instrumento de política pública para frenar toda traza de corrupción y despilfarro público.
Como diversos expertos lo han señalado, la corrupción se lleva a cabo a través de un proceso lento, bien pensado con la ayuda de una red de participantes que se meten a los tuétanos de la administración para beneficiarse del presupuesto público, de ahí que su combate y erradicación se deba hacer de forma planeada y con ayuda de un esquema de austeridad republicana.
Siempre he sostenido que la austeridad tiene adversarios, como lo menciona Chantal Mouffe, opositores notoriamente declarados o públicamente señalados. Estoy muy seguro que las medidas propuestas por el Ejecutivo del Estado serán difíciles de implementar por aquellos que como decía mi paisano Benito Juárez nunca han vivido “en la justa medianía”.
La austeridad es un suceso que ha tomado por sorpresa a muchos debido a la revisión minuciosa de los programas presupuestarios y a la reducción de gastos superfluos. Al mismo tiempo, ser austero es una filosofía de vida, aquellos acostumbrados al despilfarro, a la buena vida y a los lujos difícilmente encajaran en una ética pública que tienen como principio la moderación que evita los gastos innecesarios e improvisados.
Los detractores de la austeridad, como me gusta llamarlos, se han esforzado por ver en ella una clase de peligro. Al leer por completo la iniciativa de referencia, he encontrado que al estar bien pensada sus detractores pueden dormir tranquilos; ya que el artículo 7 fracción I establece parámetros que exigen a los entes y servidores públicos abstenerse de afectar de forma negativa los derechos sociales de los oaxaqueños, por lo tanto, encuentro firmemente plasmado el principio de no retroactividad dentro de los instrumentos de la austeridad estatal.
Para los entes públicos, reconocer y poner en marcha esquemas de austeridad pasa por una adecuada planeación que resumo en cinco pasos: en primer lugar, los entes públicos deberán realizar un diagnóstico que les permita ver áreas de oportunidad para implementar la austeridad, en consecuencia, poder establecer medidas más austeras. En segundo lugar, deberán considerar el impacto presupuestalde dichas medidas. En tercer lugar, fijarán la temporalidad de dichas medidas y medirán los efectos en los ahorros correspondientes. En cuarto lugar, se espera que los entes públicos encuentren puntos de innovación en las medidas de austeridad adoptadas para mejorarlas. En quinto lugar, los ahorros deberán destinarse a actividades y programas presupuestarios que mejorarán la calidad de los servicios y productos de los entes públicos, así como a aumentar su eficiencia y eficacia pública.
En resumen, las medidas de austeridad tendrán éxito en la medida que los entes públicos las implementen y el Comité Estatal de Evaluación requiera los informes anuales de austeridad y, en general, entregue insumos al Titular del Poder Ejecutivo para retroalimentar el proceso de política pública de austeridad estatal.